Fotos por Iván Bocanegra @cubzz_
Una de las propuestas más prometedoras del año en la escena nacional se llevó a cabo este fin de semana en el Club Dinámico Pegaso, a las afueras de Toluca, después de sufrir varios cambios como la cancelación de Gang Gang Dance y el mismo cambio de sede, que se iba a realizar originalmente en el Parque Ecológico de Xochimilco. Aún así los planes siguieron su curso, y se realizó el festival durante un frio y lluvioso día.
Para los que fuimos en tour desde Guadalajara, el día inició con un delicioso desayuno en la Marquesa, para después arribar al evento temprano, y entrar a un lugar lleno de coloridas banderas, y cosas interesantes por ver. Desde la carpa interactiva con proyecciones audiovisuales, hasta las tiendas de recuerdos y los puestos de comida de variados estilos y sabores (probamos la vietnamita, y se lleva buenos puntos).
Lo difícil estaba a la hora de escoger entre estar en el Escenario Ceremonia o en el de Ed Banger, para ver a uno u otro artista. La cosa empezó en el primero de estos con Mentira Mentira, para después darle paso a Little Jesus, la prometedora banda capitalina de la que muchas veces les hemos hablado y que tuvo un gran recibimiento por el público que bailó y cantó junto con ellos. Así empezaba Ceremonia al que cada vez llegaba más y más gente para seguir escuchando las presentaciones de Yesco, Simpson Ahuevo, BeGun, Centavrvs, Club 303.
La lluvia caía levemente y se quitaba por ratos, pero con el tiempo las partes de pasto se empezaron a encharcar y el lodo empezó a atacar a los zapatos de cada ser presente. Al principio te medio preocupaba no ensuciarte, pero después importaba más llegar al escenario rápido a ver a tu banda y disfrutar de su música, que tener un tamal con lodo en los pies.
Todo se empezó a prender cada vez más, y se presentó XXYYXX (el chavo aún no cumple ni los 18) frente a un gran público ya. Su música junto con el clima nublado medio lluvioso fue una combinación perfecta, y se convirtió en un espectáculo que iba un poco más allá de lo sensorial.
Por otra parte en el escenario Ed Banger se presentaba Nosaj Thing, para después dar paso a la presentación de Oneohtrix Point Never, que para algunos fue algo cruda, pero con una indudable calidad en su ejecución.
Toro y Moi impresionó con su acto en vivo con un chillwave que puso a bailar a muchos, y que de seguro fue disfrutado por todos, ya que se notaba que era de los más esperados. Ya para esa hora la poca luz natural que había estado durante el día se empezó a esconder para empaparnos en la oscuridad natural. Esto fue necesario para la presentación de Purity Ring y su escenario de luces flotantes, que acompañaron cada poderoso bajo en sus canciones.
Después de esto el ambiente se tornó más dance, con la presentación de Breakbot, en el que hizo una breve aparición Pierre Winter mejor conocido como Busy P, creador de Ed Banger, que hizo que todos los presentes se prendieran y esperaran aun más su próxima presentación, en la que tocó un megamix con todos los éxitos del sello a través de sus primeros 10 años.
Nicolas Jaar fue en mi opinión grandioso, y en realidad no tanto por su música, si no por los espectaculares visuales que la acompañaban. Coloridas líneas en movimiento, explosiones visuales que te transportaban. Pero todavía no habíamos visto lo que Animal Collective había preparado para su primera visita a México. Montaron un cuento mágico encima del escenario que hizo erupción en cuanto sonaron las primeras notas de Applesauce, a la que le siguieron algunas canciones más de su último álbum, Centipede Hz, y algunas de las más icónicas a través de su carrera. Es casi indescriptible su acto, y casi imposible de explicar lo que se siente el estar al frente de un maravilloso juego de luces que danzaban al ritmo de la cocaína musical que tocaban ahí arriba. Era de esperarse, eran el acto principal y los más deseados; pero no te lo esperas.
Para terminar un cansado día, sobraron fuerzas en muchos para continuar la fiesta con el acto de Justice que clausuraba todo. Un Dj set de los franceses que puso a bailar a todos los que habían aguantado, y que no les importaba ni la lluvia y el lodo, solo disfrutar el gran momento. Al final todos marcharon con los zapatos y el corazón atascados; los primeros de lodo, lo segundo de música.