Reseña por: @Friedmanni
Lo bonito de estos tiempos de revival es poder escuchar cosas con sonidos de antaño pero con un equipo de producción moderno que de otra forma no podríamos escuchar. A esa ola que revive se montan los chicos de Morgan Delt, una banda de psychedelic rock a la Tame Impala, pero con un sonido un poco más técnico y lleno de arreglos.
El disco abre con Make My Grey Brain Green, una canción digna para dar a entender que las cosas van en serio aquí. Se deja notar una producción oldie e inician unos synths que si estás hasta el pito en lo que sea te van a hacer caer, esto no es broma. Lo siguiente es un bajo marcado junto con una guitarra que hace arreglos muy trippies. El final es un verdadero cagadero pero por alguna razón yo quería más. Siempre quiero más.
Barbarian Kings es una canción con tintes nostálgicos, la cual en momentos recuerda a los impalos pero justo cuando dices -Meh, esto ya lo hizo Tame Impala- llega el minuto 2:47 y ¡BAM! entra una parte que te somete y te pone como ella quiere.
Beneath the Black and Purple corta con la ligera melancolía de la anterior y te satura con el inmenso reverb que contiene la producción. Se aprecian un ritmo rocker as fuck con el bajo luciéndose con unas líneas muy interesantes.
Obstacle Eyes, ah, una de las favoritas sin duda. El intro inicia con una guitarra haciendo una melodía sencilla la cual después termina por matarte con los efectos mamones que le meten. Todos los instrumentos parecen tener una actividad individual casi olvidándose del resto de sus compañeros. El coro armonioso con una reverberación hermosa es lo único distinto que pasa en la canción, pero lograr algo bien hecho a partir de cambiar poco no es fácil. Una delicia.
Sad sad trip es un viaje de maldad y cosas siniestras. Lento, pero efectivo. Para Backwards Bird Inc. el bajo cabalga sobre toda la pieza, repitiendose por siempre, lo interesante de esto es lo que realizan el resto de los tipos. Un trabajo técnico mamón.
Tropicana es una canción lenta que parece no terminar nunca hasta que la canción rebasa el 1:15 donde la mayoría de los instrumentos se pelean por ver cuál es el más encabronado.
Sinceramente es de lo mejor que he escuchado este año. Escúchenlo y si no les gusta, búsquenme, les daré un paseo en la máquina del gusto y su tiempo será devuelto.