Me gusta pensar en la música como un todo y no como algo que pueda ser categorizado. El problema es que hay géneros con los que de plano no puedo convivir. La banda es uno de ellos.
La banda es algo a lo que estamos acostumbrados en México, no necesariamente es un género querido por todos, pero sí nos parece normal. Considero que si vamos a despreciar algo, antes deberíamos conocer los orígenes de éste y deliberar a partir de esa información.
Esto me lleva a una clase en particular, el profesor llegó y dijo -Hoy vamos a estudiar el cáncer de la música en México– y puso un vídeo de un tal Julión Álvarez, seguido de una explicación llena de verborrea y el odio más puro y visceral que he visto. Meh, yo no lo llamaría un cáncer, pero son sus palabras. Razones para patalear y hacer berrinche allá ustedes. La clase fue una invitación a empaparme de todo aquello que no conocía pero sí criticaba y que tal vez, dentro de mi ignorancia, me estaba perdiendo de una música sin precedentes e incomprendida. No fue así.
En fin, todo comenzó en 1910, durante la revolución se necesitaba entretener a las masas para quitarles el malviaje de la situación vivida en el país, por lo que se hacían concursos de bandas de guerra (sinfónica, pero sin cuerdas). Todos felices, lo único malo era que siempre era lo mismo,pero bien ejecutado.
Después de un par de años, los compositores morían -ya sea por causas naturales o sobredosis de plomo directo al pecho- y no había alguien que pudiera escribir algo de un nivel aceptable, por lo que los aprendices -no tan experimentados- se encargaron de hacer piezas mediocres y faltas de técnica.
Y luego, la tragedia ocurrió, Alemanes llegados de Bavaria decidieron que era buena idea agregar instrumentos de su folclor a los concursos de bandas de guerra. Desgraciados.
Alemanes, repito, trajeron consigo los clarinetes, las tubas, el contrabajo, las trompetas, el tambor, los platillos, las tarolas, las cornetas y el trombón. La fiesta ya era un caos y por supuesto, al ser innovadores ganaron el concurso de ese año. Para entonces, la gente se había acostumbrado a los cantantes -porque se agregaron cantantes en su momento- los cuales cantaban siempre desafinados. Jamás cambió y es así que tenemos esa masa amorfa de instrumentos que por separado o en otro género suenan bien, pero que ahí, y ante algunos oídos, no se llevan bien.
Esa es la historia de la banda, género que no te puede dar igual, se detesta o te enamora. Con un poco de suerte estarás más inclinado por la primera. Es por eso que, en mi opinión, es la razón por la cual gente que ha escuchado mucha música siente que es un género no grato, ya que a nivel psicológico, (usualmente) nos gustan las consonancias, y aquello de la falta de técnica por parte del vocalista para cantar a tono, actúa como inhibidor del gusto.
En palabras del profesor:
-La música de banda es de baja calidad porque es popular.
-Es de baja calidad porque no se ha reinventado nunca (después de la llegada de los Alemanes, claro)
-No se ha reinventado porque a la gente le agrada. Si algo funciona ¿Por qué cambiarlo?
En ningún momento intento proponer algo que se pueda tomar como actitud de snob, son solo algunas razones del porqué, históricamente, la banda se toma culturalmente como carente de ideas. Discutan, blasfemen, call me.
Texto @Friedmanni / Ilustración: Sam Z.