Texto: Beto Herrera Curiel (@betocurie) / Fotos: Iván Bocanegra (cubzz_ )
El festival mexicano que trae las mejores propuestas musicales se nos acabó. Nrmal 2015 fue dos días atascados de emociones, sonidos y sustancias que se guardarán en la memoria un buen rato todos los que se dieron cita en el Deportivo Lomas Altas el pasado sábado 28 de febrero y domingo 1 de marzo.
Escribo esto mientras veo en mi Spotify, que igual que yo muchos siguen escuchando enganchados con uno u otro proyecto que estuvo en el Nrmal ¡Y cómo no! si queremos seguir alimentando el recuerdo de lo que vivimos con las propuestas más bellas frente a nuestras narices!!
Llegamos de Guadalajara temprano 
. Es el mismo cansado, pero emocionante ritual para asistir a festivales o cualquier cosa al DF. Cualquier otro provinciano nos entenderá. Desayunamos como campeones; una dona y un yogurt para un día que nos consumiría todo. Con energía a tope llegamos al lugar, a abrirlo por completo como niño con juguete nuevo. Después de todo es nuestra primera vez en territorio Nrmal.
Llegamos directo al RBMA, eran las 2:30pm y empezaba a sonar Jerry Paper, uno de los individuos que más nos atraía por su propuesta musical. Su cotorreo ácido es lo primero que confirmas al llegar al escenario; un dude semidesnudo vistiendo kimono baila y mientras suena música sintética. De alguna forma descargaron un performance desde la internet, en donde un Lucas Nathan llevaba a los pocos presentes a lugares bien digitales. Nos dio la irreverencia que necesitábamos para ponernos a modo para el resto del día.
Nos dimos unas vueltas para conocer el lugar; exploramos la zona de tatuajes, degustación de cerveza, columpios, munchies. Al final aparcamos en el escenario que abría Boogarins, para verlos saltar con la mejor de las vibras cariocas. El sol en lo alto nos hizo sentir el sabor carnavalesco de Rio, donde no sonaba samba, sino un delicioso rock psicodélico a la brasileña. Picanha para los oídos.
Encontramos y platicamos con amigos de la interné
mientras Metz empezaba a provocar los primeros esbozos de slam; la gente brincaba y aplaudía hard. Los canadienses arriba del escenario tocaban el noise punk que ya todos necesitábamos. En algún momento pareció que no les alcanzaba el volumen del equipo, que se escuchaba poco; pero que bien sonaron. Las palmas al aire creando su propio noise colectivo fueron prueba de esto.
Ya con Kirin J. Callinan la cosa se puso diferente; los tonos musicales se habían transformado ya en todo un arcoíris melódico. Entre venciditas organizadas por la banda y payaseadas, se me hizo corto su set como para terminar de conocerlo a la primera.
Nos encontramos con Gerard de El Último Vecino, a quien habíamos entrevistado antes por Skype. Platicamos ahora de frente sobre la vida, sobre su primera visita a México (y a América en realidad) y nos contaron que nerveaban mucho por su próxima presentación. Nos tomamos la típica foto de fans y les deseamos suerte mientras sus ansiosos pasos los llevaban arriba del escenario.
Dimos una vuelta express al escenario RBMA para ver algo de Bocafloja antes de tener que volver al escenario Azul. La vuelta valió el único lo poco que vimos y escuchamos, suficiente para quedar enganchados con la soltura del dude para tirar palabras; palabras que valen. Excelente propuesta lírica y auditiva. Pero teníamos una cita con un sonido que esperábamos con ansias.
Llegamos corriendo a la mitad de la primera canción de los culés, directo a plantarnos al frente. El Último Vecino sonaba a sintes desgastados y a uno de los shows top del festival. Coros que no podías dejar de cantar y una guitarra que seducía a tus oídos. Volaron rosas pero hacia el lado equivocado, lloramos y cantamos todo. Un concierto que nos gustó tanto y que pasó muy rápido.
Peaking Lights y Chain & The Gang volaron sesos también, entre pasos de baile y vueltas por cerveza. Entre amigos perdidos e idas al baño. Entre mentes condicionadas y oídos ávidos.
Luego con Majical Cloudz, se soltó la magia. Un error de typo en la pantalla que mostraba ‘magical’ le sacaron una risa a Devon, y unas cuantas preguntas al público; no tardó más que un par de canciones para bajar del escenario y concentrar a todos al centro, abajito, en lo íntimo. Yo vi varios ojos soltar lágrimas; cuando sonaba ‘This is Magic’ yo ya me les había unido. Sentimiento puro hecho música.
Una lástima que Machinedrum no pudiera llegar a la ciudad con su presentación live de Vapor City, que era uno de los actos más ansiados. Nos dio tiempo para explorar y tener un encuentro cercano con kebabs después de formarnos y salirnos de la fila como 3 veces; y disfrutábamos a lo lejos los sonidos que nos alcanzaban a llegar de Fátima con su Eglo Band.
Amarramos bien nuestros tenis rotos para Rebolledo, que trabajó un set de acuosos beats que nos hizo imposible el dejar las piernas quietas. Calistenia dura para llegar on fire a Chancha Vía Circuito, que ya nos había amarrado con su propuesta desde semanas antes, y nos puso a bailar chido.
Y el viaje temprano desde Guadalajara empezaba a pegar.
Sacamos una reserva de energías de lugares desconocidos, suficientes para intentar vivir lo que ofreció Phantogram. Los poderosos beats de los neoyorkinos se sentían muy dentro del pecho. Josh hacía lo suyo mientras Sarah nos flirteaba cantando. Caímos redondos todos, por ella y por la música que tantas ganas teníamos escuchar. Chingón.
Después de eso la noche empezaba a ser muy confusa. Se vivió lo que faltó de vivir, y antes de lo que quisiéramos ya estábamos recargando pilas para un segundo día que esperaba, se volviera eterno.
EL 2DO DÍA ESTUVO INSANE! CONTINUA LEYENDO >>
